Ahora el esclavo eres tu - Sumisos
Tenia que darse prisa puesto que cada rato venia su SEÑOR a supervisar la tarea y a dar una vuelta de tuerca a la brida colocada alrededor del pene. Ahora ya le parecía que toda la vida hubiera estado sirviendo, pero solo hacia dos semanas que había abandonado su vulgar vida para entregase plenamente al servicio y capricho de su SEÑOR. Por fin había encontrado un sentido a su vida y una gran serenidad interior le llenaba. Éste obtenía placer a partir de su sufrimiento y sumisión, por lo que debía llevar una vida de privaciones, dolor y sometimiento total, hasta el punto en que no podía realizar ninguna necesidad fisiológica sin su consentimiento y mucho menos cualquier intento para aliviar sus necesidades sexuales que eran totalmente controladas y reguladas para evitarle cualquier placer y así aumentar su grado de sumisión.
Todo empezó cuando aceptó su primera oferta de trabajo después de acabar los estudios, debía abandonar su ciudad y trasladarse a otra región.
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Un anuncio tan extraño realmente no atraía a nadie, a nadie que no sintiera una atracción especial por los placeres que pueden obtenerse de una vida de privaciones. La curiosidad le hizo concertar una cita. Quedaron a las cinco de la tarde, llegó con retraso, aun no estaba habituado a la obediencia y disciplina, por lo que fue recriminado por su impuntualidad a través del interfono.
Al llegar a la vivienda se le indicó que pasara a una sala de estar mientras esperaba a que su interlocutor terminara unas tareas, realmente no parecía que hubiese mucho interés en encontrar a alguien, ya que no era muy correcto tratar a la gente con tanta indiferencia y descortesía. Finalmente una voz grave le pregunto desde la otra habitación:. Puedes marcharte. Pero al cabo de un rato y de manera inconsciente recogió su equipaje y a las dos horas se presentaba en casa de su SEÑOR, dispuesto a hacer realidad aquella fantasia que siempre había creído imposible Llamo de nuevo por el interfono.
Se le indicó que debía bajar al sótano del edificio, y entrar en un trastero que encontraría abierto, debía desnudarse completamente y colocarse una capucha y unas esposas atando sus manos por la espalda. Obedeció las instrucciones y tras guardar la ropa en su equipaje cerró la puerta, se colocó la capucha y finalmente las esposas, ahora estaba totalmente indefenso y a merced de un desconocido, su cuerpo temblaba de manera estremecedora, tal era el grado de excitación. Pero cuando estaba a punto de claudicar noto como alguien entraba y pisando le los pies lo liberaba de las manos y le colocaba un collar atado a una cadena, se le indicó que lo siguiera a cuatro patas, evidentemente tropezó numerosas veces, puesto que continuaba con la capucha.
Las patadas que recibía no obstante, no le preocupaban tanto como el pensar que estaba en una zona por donde podía entrar alguien en cualquier momento y verlo en esa situación tan humillante, aunque en esa posición lo tapaban los coches y era difícil que alguien lo viera. Finalmente llegó a un automóvil.
Fue introducido en el maletero y de nuevo esposado en manos y pies. Su excitación era total y ésta se acrecentaba al no poder tocarse y estar totalmente indefenso. El vehículo salió del aparcamiento, pronto noto como dejaba de pararse, seguramente habían salido de la ciudad. Al cabo de unos diez minutos mas el vehículo se detuvo y el maletero fue abierto. Estaba totalmente entumecido, pero unos cuantos golpes le ayudaron a incorporarse y salir de allí. Entonces descubrió que la intención de su AMO era dejarlo en aquel lugar que resultaba ser un centro de adiestramiento para esclavos.
Su voluntad debía ser totalmente eliminada, olvidar todo lo que fue y asimilar una nueva forma de vivir en la que desapareciese cualquier rasgo de su personalidad, ser una extensión de la voluntad de su AMO y no desear nada que no fuera lo que desease su SEÑOR. Como la labor de destruir la voluntad de una persona es difícil y necesita de mucha dedicación su AMO decidió dejarlo en manos de profesionales.
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Se le quitaron las ataduras de los pies y la capucha y pudo ver que era ya totalmente de noche, no se vislumbraba ninguna luz de otra casa por lo que debía estar en un lugar deshabitado, no pudo seguir examinando el lugar ya que fue conducido hacia el interior del edificio, descendió por unas empinadas escaleras a un sótano que antiguamente debió ser una bodega, allí vio que no estaba solo.
En el fondo de la sala había a otros dos esclavos mas que estaban suspendidos por los pies mientras un instructor los golpeaba con una fusta. Observo sus cuerpos exentos de cualquier vellosidad y con algunos moretones y pequeñas heridas producto de los castigos que habían sufrido. Se estremeció y penso que pronto él estaría como ellos. El brebaje causó su efecto y sin poder hacer nada para poder evitarlo empezó a botar, con los vómitos perdió el control y también empezó a expulsar toda el agua de sus intestinos. Ahora entendía porque lo habían colocado cabeza abajo, todas sus excrecciones iban a parar junto a su cabeza, nunca había imaginado que sería sometido a una situación tan degradantes.
Permaneció dentro de aquel tonel repleto de mierda y vomitos largo tiempo. Esta seria una de las constantes de su aprendizaje, necesitaba estar sólo para meditar e ir asimilando su esclavitud, debía aprender a esperar y aguantar hasta que otros decidieran que ya era suficiente. Transcurridas dos horas fue sacado de allí, en un estado deplorable, pero cuando su cuerpo empezó a reaccionar fue colgado por los brazos para poder limpiarlo con un chorro de agua fría a presión, una vez que estuvo totalmente seco, se le puso de cuclillas y con una maquina eléctrica se le corto el pelo al 1, nuevamente fue atado con los brazos en alto, para así poderle pasar la misma maquinilla por todo el cuerpo y facilitar la labor del afeitado que se le realizo a continuación.
Depilar todo un cuerpo no era tan sencillo como afeitarse la cara, pese a la maestría del esclavo que efectuó la tarea sufrió algunos leves cortes, que fueron desinfectados cuando le rociaron de alcohol por todo el cuerpo, cada grito que profería cuando no podía aguantar el escozor era contestado por un golpe en su vacío estómago. Su cuerpo estaba purificado, ya no quedaban restos físicos de su anterior existencia, ahora había que eliminar los psicológicos.
Su voluntad, sus ideales y todos los pensamientos o creencias que había generado hasta ahora debían ser neutralizados, para que con el tiempo fueran siendo borrados y substituidos por los que decidiera su AMO. Durante dos días aproximadamente no comió nada y solo bebió lo imprescindible. Permaneció mayoritariamente atado con los brazos suspendidos y con la capucha puesta mientras era golpeado con una fusta durante sesiones intermitentes.
Podían transcurrir tres horas sin que fuera azotado, para a continuación recibir tandas cada diez minutos. Su miembro era tratado específicamente con una vara cada vez que este se erguía. No durmió en los dos días. Finalmente perdió toda noción del tiempo, notó que ya no le importaba nada, no había manera de predecir cuando sería de nuevo castigado, cuando terminaría aquel suplicio, tampoco se planteaba ya si su elección había sido equivocada o como escapar de allí. Simplemente estaba, aguantaba y sufría. Habían conseguido el objetivo su cuerpo y mente estaban Limpios.
Al ser desatado fue incapaz de mantenerse en pie y cayo al suelo, se le quitaron todas las ataduras y capucha solo permaneció con el collar al cual se le ató una cadena sujeta a una argolla del suelo que le impedía ponerse en pie. No le importó demasiado ya que estaba hambriento, y realmente ésta era su condición y así lo había dispuesto su maestro. Seguramente estuvo mas de 24 horas descansando, noto que estaba recuperado cuando empezó a pensar en su situación y en todo lo que le había sucedido. Noto como su miembro recuperaba su virilidad, inicialmente no se atrevió a saciar sus instintos pero a medida que iba pasando el tiempo se fue relajando hasta que su instructor lo encontró en plena masturbación.
Acababa de desperdiciar todos los días que llevaba de adiestramiento. Su miembro fue tan duramente castigado que tardó varios días en recuperarse. Pronto olvidó sus deseos y recupero su estado de sumisión. Finalmente fue descolgado. Ahora podía continuar su preparación.
Fue atado a una especie de camilla totalmente flexionado, con brazos y piernas juntos de tal manera que su enrojecido culo quedaba extendido y a plena disposición para que le preparasen esa zona, ya que un buen esclavo debe poder recibir en su interior todo aquello que su AMO desee, sin sufrir desgarramientos que lo dañen de manera difícil de reparar.
Realmente un esclavo es un agujero para dar placer y como tal debía ser preparado. Con paciencia y lubricantes se le fueron introduciendo distintos dildos, cuando su recto se empezaba a acostumbrar a uno se remplazaba éste por otro de mayor tamaño, pensaba cada vez que iba a partirse en dos, pero al final siempre acababan por introducir se lo.
Pe movilidad pudo realizar sus necesidades y alimentarse de nuevo. Sin darse cuenta había transcurrido toda una semana en la que había adaptado su cuerpo y mente para ser usado. Su AMO había regresado, para poder así realizar el Ritual de iniciación y tomar posesión de él.
Evidentemente aun era un novato, y le quedaba una semana para conocer la dura vida cotidiana de un esclavo en fase de iniciación. Fue obligado a masturbarse al inicio de la sesión dos veces para que así aprendiera que la vida en esclavitud NO consiste en una experiencia con la polla dura, debía estar vacío y totalmente sereno para así sentir plenamente los castigos a los que fuera sometido. Tragó su esencia y la de su AMO así como la de todos los que intervinieron en el ritual y que también lo poseyeron. Si al principio fue obligado a correrse, evidentemente al final aunque estaba recuperado y lo hubiera deseado, se le negó dicho placer para que así recordase y continuase su sufrimiento.
Llegaron seguramente a media noche y fue conducido de nuevo a cuatro patas y desnudo por el parking y la escalera, recordó cuando hacia una semana se sintió angustiado por si eran sorprendidos, ahora ya había perdido el pudor, ya no tenía sentimientos, solo se limitaba a obedecer. Al llegar a la casa su AMO le indico donde debería descansar, una habitación trastero sin ventilación de unos 3 metros cuadrados con unas tablas de madera en el suelo como cama.
Allí tenia también sus Bowls, uno para el agua y otro para la comida.
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Una noche lo encerré en mi clóset y lo sacaba cada que me ponía caliente. Cuando terminaba, lo volvía a encerrar. No lo amaba. No tengo idea de cómo habrían sido las cosas si hubiéramos ido al cine juntos. Nosotros no éramos así. Pero compartíamos algo increíblemente íntimo, algo que sólo he compartido con él. Él sacó un lado mío que no sabía que existía. No soy amo de mi esposo, Alex, ni de nuestro novio, Jon.
Alex y yo somos aventureros. Nos gusta ligar güeyes, cogérnoslos y ser sucios juntos. Pero con Jon soy diferente.